jueves, 23 de septiembre de 2010

El sonido de mi sombra


Como traquea la madera cuando das los pasos
y no quieres ser notado,
el sonido se esparce por el piso
y recorre las superficies hasta chocar en ti.

Retumbo en tus oídos
y sabes que voy a llegar,
mi voz fuerte no se siente
porque mi pensamiento es más pesado,
que te hace sufrir por dentro de tu mente.

Son las cosas que se pierden cuando ves el reloj correr,
cuando la gota cae una y otra vez sin parar,
y golpea y golpea,
como si el martillo del herrero chocara tu cabeza sin parar.

¿Qué se siente?

Ahora que mi sombra crece,
mi mente se expande,
sentí la espada filosa cruzar mi corazón
mientras lloraba de rodillas sin saber que era.

¿Qué se siente?

Que la misma espada traspase tu cuello
y dejes de respirar lentamente,
todo en el mismo cuarto oscuro que construiste con tus manos
y yo deshago con mis pies.

Mariano Avilés Cisneros 23/09/2010

Del viento, la hoja al arco iris




Nadie como tu,
que tomo la mano que se deshacía con el viento,
que junto de nuevo las piezas que faltaban
y formó el paisaje irreal,
pero tan fantástico,
y que no existía,
que buscó entre los árboles del inmenso bosque,
hasta encontrar lo que hacía falta en aquel escondido lugar.

Nadie como tu,
que recorrió las largas laderas hasta subir al arco iris
y encontrar el precioso tesoro al otro lado,
donde se pensó que existía un final,
y había un comienzo,
un comienzo que hizo fluir los sueños,
y volver a correr por los rayos del sol,
y conseguir llegar al infinito.

Alguien que se deshace y hace con el viento,
alguien que vuelve a respirar sobre las hojas de entre las ramas,
alguien que ahora flota en la burbuja que lo llevará de vuelta,
por haber tomado la mano perfecta para huir.


Mariano Avilés Cisneros 23/09/2010

lunes, 20 de septiembre de 2010

Huellas


En el polvo del desierto me hice,
con la luz del sol a mis espaldas,
agarrado de grandes cadenas que me halan,
surgí de las profundidades
para quedarme.

De colores poco normales,
de vientos incontrolables,
mi mente no tiene forma en lo que hace,
ni en lo que ve,
es un reino de ideas sin sentido,
que no tienen control de sí.

Clavado a una madera,
sin poder respirar,
me hago de nuevo para escapar.

Ahora bajo el rastro de las estrellas,
mirando un cielo inmortal,
se tomar el poder de las luces
para así revivir
y crecer hacia el infinito.

Consciencia absoluta,
generación de nuevos sentimientos,
todos desde más allá,
pasos que dejan huellas,
huellas que no se borrarán,
alguién más necesitará pasar por aquí,
dejo mi rastro,
ya me hice y me reinicié,
lo dejo porque no quiero volver.

Mariano Avilés Cisneros 20/09/2010

jueves, 16 de septiembre de 2010

Tus manos como lluvia en mi cuerpo


Camino bajo la lluvia,
cada gota que cae recorre mi cuerpo,
todas me hacen pensar en ti.

Siento tus manos abrazarme y tocarme,
sientos tus labios besarme y atraparme.

Sintiendo esta brisa,
solo pienso en ti,
quisiera tener tus manos
acariciando mi rostro,
quisiera sentir tus manos
sintiendo las mías.

Cada gota que siento,
me recorre por dentro,
sentimiento infinito,
lo siento perfecto,
me acompañas por dentro,
te quiero conmigo,
abrazándome,
como este viento que me envuelve.

Seremos uno,
te darás cuenta,
nos mezclaremos,
nos besaremos,
nos sentiremos,
estaremos juntos,
seremos lo que nunca hemos sido,
lo que nadie quiso ver en nosotros.

Te siento aquí conmigo,
te quiero aquí conmigo,
siento tus manos,
y como si fueran esta lluvia
las siento en mi cuerpo.

Mariano Avilés Cisneros 16/09/2010

domingo, 5 de septiembre de 2010

Con los ojos cerrados dejé de ser


Para qué te búsco?
Para qué te espero?
Para qué?...

Si no existes,
y si existes no eres real,
y si fueras real?
No, solo sería un sueño.

Corre el viento,
pasa el tiempo,
sale y se oculta el sol,
gira el mundo,
la noche aparece,
la noche se va,
las huellas en la arena se borran al pasar,
y aquí estoy sin verte llegar.

Cansado de esperar,
no veo llegar el momento en que aparezcas aquí,
pero muy dentro de mi,
se que no existes,
que no es verdad que vendrás a hacerme feliz.

Siento la brisa en mi,
me dejaré llevar,
ya no esperaré más,
me voy de aquí,
y si algo bueno existía en mi,
desapareció,
si algo bueno había en mi,
el viento se lo llevó.

No seré más,
no repetiré más,
no daré más,
y con los ojos cerrados me dejé caer,
con los ojos cerrados dejé de ser.

Mariano Avilés Cisneros 05/09/2010