Lo último que vi,
la hoja caer,
el polvo volar,
sin nada que contar,
me ahogue en lo azul del dolor,
me dejé llevar por la sonrisa,
sin intentar tratar,
sin saber que era lo mejor,
sin saber cual era el cambio,
ni que ocupé para seguir vivo aquí.
Hoy quisiera contarte que caminé por donde nunca quise,
y llegué donde soñé,
cambié lo que tenía,
sólo por llegar donde nunca pensé,
a alguna parte del mundo y que estuvieras ahí.
Hoy las cosas por las que tuve miedo ya no existen,
me fui de casa pensando en que no tenía nada,
y volví lleno,
viví lo que quería,
me volví a hacer.
Si dejé mis propios pasos perdidos fue para no volver,
la razón de estar aquí es que aprendí a
no repetir la misma vía en la que me perdí.
Un día más,
cerré el libro
y dejé la historia sin terminar.
Mariano Avilés Cisneros 13/06/2012
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