Y hace mucho tiempo quise hacer esa llamada,
poderte decir aquello que sentí...
El tiempo que viví me hizo volar y perderme,
estar afuera de este mundo,
nunca di vuelta,
nunca miré atrás,
caminé por las nubes sin retroceso,
todo hacia un lugar,
todo hacia un momento perfecto.
Ya ha pasado mucho tiempo de eso,
y desde entonces sólo he sentido que muero,
las flores marchitas abundan en mi jardín,
me se las formas de los caminos,
únicamente contemplo el suelo,
ya no hay una mirada al frente.
Mentiría si digo que no sigo pensándolo,
mentiría si digo que no sigo sintiéndolo,
solo quisiera oírte,
que no me diera miedo de decirte aquello que sentí...
Porque fuiste esa mano que me levantó,
ese aire que me hizo respirar,
ese latido que no cedió,
todo lo que necesitaba sin saberlo,
porque fuiste mi mitad.
Pero no puedo olvidar aquella simple palabra que dijiste,
no puedo olvidar todo aquello que tuve que sentir,
eso que sabes,
que me hizo sangrar,
las distintas maneras de esquivar el ayer
ya no existen para mi,
me muerdo la lengua,
me ato los dedos,
y sufro por mi mismo,
por no tenerte,
porque no quiero estar así.
Ahora estoy en mi cuarto encerrado,
se que no puedo contenerme sin dolor,
el ayer será el recuerdo,
el ayer será la sangre de la herida
que no volverá,
mis heridas seguirán abiertas...
Lo siento, fue lo que pude decir.
Mariano Avilés Cisneros 24/01/2012
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