Como si nunca hubiera sentido,
se congeló su corazón
y ahora no tiene latidos.
Mezcla del poco sentimiento
y la lluvia que mojó,
se lavó de su interior
lo que algún día sintió.
Es una revolución de condiciones
que se impusieron en su camino,
la arena y el polvo,
se los llevó la fuerte brisa,
se limpió el camino.
Ya no hay mucho que hacer,
nada más queda revivirlo,
ya no hay mucho que hacer,
murió sin decirlo.
Mariano Avilés Cisneros 16/01/2011
se congeló su corazón
y ahora no tiene latidos.
Mezcla del poco sentimiento
y la lluvia que mojó,
se lavó de su interior
lo que algún día sintió.
Es una revolución de condiciones
que se impusieron en su camino,
la arena y el polvo,
se los llevó la fuerte brisa,
se limpió el camino.
Ya no hay mucho que hacer,
nada más queda revivirlo,
ya no hay mucho que hacer,
murió sin decirlo.
Mariano Avilés Cisneros 16/01/2011
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